En la coronilla de la cabeza

En silencio. De pronto. La presión de un punto de dolor aparece en la coronilla de la cabeza. Ruidos de zapatos en el suelo de piso de arriba. Ruido agudo de patas de silla tan leves que apenas parece que sucedió. Pero esa presión no cesa. Todo el tiempo en el mismo sitio. Intensa. Muy intensa. Justo en el lugar más frágil de mi cabeza. Aun no he ido a almorzar. Pero es tarde. Se oye un golpe fuerte. Seco. Fuerte. Un arrastre de sillas. Donde no debe oirse jamás nada. Porque con firmeza se sostiene que no hay nadie.

Pero ese punto de dolor desaparece, al girar la cabeza mi mirar hacia la derecha. Se quitó. Y al quedarme mirando hacia ese lado, tarda un momento en volver a aparecer. Justo en el mismo sitio. Justo con la misma intensidad. Lo extraño es que se siente como una presión proveniente del exterior, algo que está presionando ese punto de la coronilla constantemente.

En este tercer párrafo, paró. Cambio el lugar de la molestia a parte frontal de la cabeza. Algo más arriba de la frente. Es muy intensa, demasiado. No es tanto como si pesara. Es más que presiona. Y es una presión que no siento tanto en la piel con en los huesos del cráneo. Además, vibra. Una vibración que oscila sincronizada con una especie de pitido. Un pitido agudo. constante. Que cada vez se va escuchando más y más. Los oídos comienzan a doler. Un hormigueo dentro de uno de ellos comienza, cada vez con más intensidad. Es todo tan raro. Y continúan esos ruidos arriba, de pasos casi inaudibles pero que se hacen eco aquí.

No cesa. No para. Continua sobre mi cuerpo. Sin parar un solo momento. Cambiando de lugar. Cambiando la intensidad. Incluso variando con la frecuencia de ser una presión sentida en la piel a hacer vibrar mis oídos internamente con un pitido que no se graba, un pitido inaudible muy molesto y constante que hace que cueste mantener el estado normal que cualquier ser humano tiene. Convirtiéndose en algo más que un ataque a los sentidos, te saca de tu presente inmediato, de quien eres, convirtiendo todo en dolor.

En San Juan del Puerto, a las 15:03.

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